Cuando caí ahí estuvieron, me levantaron y sacudieron la mala ceniza que había de mi cigarro.
Me prometieron nunca más salir de mi lado, acompañándome en cada paso.
Me transformaría en una mujer fuerte dijeron, y hoy lo estoy intentando, con ustedes enseñándome.
Mamá y papá, hoy les agradezco lo que han hecho por mi, y yo juro nunca decepcionarlos otra vez.